¿ De donde venimos ?
El oficio del fuego
Aquí puedes acceder a los vídeos sobre el taller del fuego
El Oficio del Fuego
Comentarios de Francisco Senno
Los Oficios fueron lanzados por Silo en el contexto de una serie de trabajos en la
década del ́70. Estos trabajos tomaron nuevamente relevancia tiempo después y se
desarrollaron particularmente en los Parques de Estudio y Reflexión, aunque no están
acotados a estos ámbitos.
A estos Oficios pueden vérselos como "construcciones experienciales" pudiendo
fortalecer y complementar nuestro trabajo interno, además de servirnos de inspiración
para nuestras vidas, ya que tienen la aptitud de ponernos en un tono mental y emotivo
particular. Es como una "zona" o "franja" diferente de la que estamos habitualmente.
Con "construcción experiencial" se quiere indicar que, si bien están de alguna
manera pautadas estas actividades, uno se nutre básicamente de la experiencia del
propio operador, donde lo hecho (por uno y junto a otros) son verdaderas "guías" por
donde se transita de un punto a otro, avanzando o volviendo sobre los propios pasos, en
ocasiones guiados por la reflexión, en otras por la intuición, pero siempre en base a la
experiencia, ya que ésta es la que prima y es la que sugiere en base a registros o
indicadores nuestros próximos pasos a transitar, si debemos avanzar decididamente,
retroceder o profundizar una etapa.
Así, en estos caminos nos guían la búsqueda de experiencias significativas y comprensiones que pueden ayudarnos en nuestras preguntas más profundas, quedando descartados otros intereses de tipo comercial, artístico, competitivo, etc. Por todo esto, en nuestros Oficios no se busca la belleza de los objetos producidos, ni la competencia con otros. No se busca el reconocimiento o algún otro agregado.
Los Oficios son actividades individuales o grupales, aunque es aconsejable el "hacer con otros", ya que el intercambio y la ayuda proporcionan un aspecto enriquecedor para todos. Pueden acometerse por un tiempo determinado o para toda la vida, ya que cada etapa o técnica podemos profundizarlos in extenso; asimismo, investigar aspectos puntuales, puede abrirnos las puertas a un universo amplísimo. Cada quien decide cuándo comienza y cuándo termina su labor. Aquí nada está determinado por criterios propios del mundo cotidiano.
En estos trabajos, el operador realiza su trabajo en taller, laboratorio o ámbito específico, pero las concomitancias de procedimientos, técnicas, intuiciones, reflexiones, etc, que pueden llegarnos en las jornadas, se trasladan y reflejan en lo cotidiano de nuestras vidas. Así, por ejemplo, objetos o actos que anteriormente no se les prestaba particular atención, cobran otros y nuevos significados. Por supuesto que lo cotidiano "alimenta" el quehacer en el Oficio. Por lo que puede inferirse que aquel que comienza con estas actividades no separa ambos mundos, sino que de alguna manera los "entrelaza". De alguna manera, se comienza a estar de cierta forma, es un nuevo modo de estar en el mundo. La característica de estos trabajos (y sobre todo en el Oficio del Fuego) es que, si bien el operador trabaja con objetos externos, aquello que se va haciendo "afuera" tiene un "eco" interno. Así, se va transitando por un camino donde forzar la materia, acelerar procesos, saltar etapas, puede ayudar a comprender comportamientos personales, y de ello extraer consecuencias.
Nuestros oficios enseñan a proporcionar internamente, a "hacer" equilibradamente. Se va adquiriendo proporción interna gracias a ese trabajo externo mientras aparecen problemas de exactitud y de detalle. Hay un tono que asocia estados internos con operaciones externas. En los oficios se trabaja tratando de lograr pulcritud, proporción y orden al mismo tiempo que se va logrando permanencia.2 Veamos cada caso: Permanencia: Básicamente es el cumplimiento del plan en sus posibilidades mediatas e inmediatas. Es decir, si va a trabajarse durante 2 horas se traza un plan y se cumple. Si se fuera a investigar en el Oficio durante un año debería cumplirse el plan con los márgenes adecuados. La permanencia tiene que ver con desarrollar un plan, sin salirse de lo primario y del plan propuesto, aprendiendo a resolver las dificultades que van surgiendo. La permanencia hace a la formulación y al cumplimiento de un plan de trabajo. Así pues, antes de comenzar un día de trabajo en oficio, formulo mi plan de trabajo, proyecto qué cosas voy a hacer y de qué modo. No tengo permanencia cuando me desvío de ese plan. No es tan sustantivo en esto aquello de cumplir con todos los puntos que me he propuesto. Lo sustantivo aquí es el desvío. ¿Cómo se produce este desvío?. Por alteración del operador. Cuando me altero y me dejo llevar por aquello que la sustancia, el objeto me sugiere en busca de otros resultados, entonces me desvío de lo planificado, entonces no tengo permanencia. Pulcritud: Es el ajustarse a lo propuesto, el mantenerse dentro de lo proyectado. Si no lo hacemos podemos querer anticiparnos, forzar la materia, saltarnos etapas, etc. Es una forma ordenada de hacer las cosas, con la cabeza ordenada, el ámbito ordenado y siempre en las mejores condiciones para trabajar, sin caer en excesos ni en falta "de".
Así pues, la misma materia que trabajamos exigirá de mí esa pulcritud. Además hay un modo adecuado de aproximarse a lo que se va a realizar. ¿Hay afecto, hay empeño? ¿Existen perturbaciones ajenas al oficio que debería quitar? ¿Es un simple formalismo o es importante para mí? Cada uno va adquiriendo destreza y un tono cuando comienza y termina la jornada. Sintetizando: "estoy en lo que estoy y no estoy en lo que no estoy". Allí podemos decir que hay pulcritud. Tono: hay una forma, una actitud en cómo hacemos las cosas. El mayor impedimento en el caso del tono es la improvisación y el mejor apoyo es la atención puesta sobre el interés. Es el interés el que me lleva a hacer un esfuerzo, a improvisar, a alterarme, etc. Es un modo de hacer las cosas - de manera reflexiva, con gusto, complementario y sin compulsiones. ¿Dónde está mi interés, la atención? ¿Estoy alterado o calmo? ¿Estoy con los pies en la tierra o con la cabeza en los cielos? ¿Dónde estoy? Por todo lo anterior, a estos oficios hay que acercarse con cierta "actitud" buceadora de la conciencia. Y si bien, el trabajo es personal, será bueno compartir con otros los descubrimientos, avances y formas de sortear las dificultades. Durante esta actividad uno podría advertir el comportamiento no sólo con la materia sino también la relación que genero con otras personas del mismo ámbito. En nuestros Oficios no se enseña sino que se transmite, privilegiando la experiencia por sobre la teoría. Por otro lado, no se observa de interés aquellos intercambios si no es con la actitud de ayuda y aprendizaje. En definitiva, si no hay humildad. Sintetizando: se puede afirmar que nuestros Oficios permiten descubrir, profundizar y desarrollar el mundo interno, al par de producir cambios conductuales en la relación con nuestro mundo externo e interno, aunque se debería advertir a aquellos que emprendan esta tarea, que de ninguna manera tienen como objetivo una finalidad terapéutica o similar. En los Oficios utilizamos diversos utensilios y materias o sustancias. Pero prestamos mayor atención a los intangibles: espacio y tiempo. Por otro lado, intencionar la observación y profundizar en la Permanencia, Pulcritud y Tono nos ubicará en el centro de nuestro trabajo. Es conveniente trabajar en lapsos no mayores a los 15 días, siendo lo óptimo, semanalmente. También es indispensable tomar notas -a modo de biografía o bitácora- de lo hecho, los procedimientos, los tiempos, las ocurrencias, divagues, planificación de la próxima jornada, etc. Estas notas servirán para observar todo el proceso, los avances y los modos en que hemos sorteado las dificultades. En estas jornadas se comparten dudas y certezas, nos ayudamos y nos esclarecemos. Nos apoyamos en las virtudes propias y en las de los demás, buscando siempre cuál es el aporte personal al grupo. Hay una ubicación personal que se busca en función de contribuir al conjunto. Luego, cada uno puede seguir diariamente en su ámbito, ya contando con "material y experiencia" hasta el próximo encuentro. La actitud conveniente es la de "explorador". Acercarse al tema de los Oficios con ánimo de descubrir nuevos mundos, sobre todo si se tienen conocimientos anteriores respecto a técnicas empleadas en el Oficio. Acerca del Oficio del Fuego En nuestra época es común la utilización del fuego para diversas actividades como así también la forma de producirlo y de conservarlo; pero detrás de esta cotidianeidad, el fuego está presente en nuestras vidas y en nuestra especie toda, mucho más de lo que creemos. El tema del manejo del fuego no está suficientemente comprendido ni estudiado. En parte por la dificultad de hallar restos históricos. En parte porque no se le da la importancia adecuada en el proceso humano -aunque puede observarse desde hace poco tiempo una mayor labor investigativa alrededor del tema-. Es como si no se hubiera reconocido la dimensión de la importancia del fuego en nuestra evolución. El interés en este Oficio del Fuego es aproximarse y ojalá comprender cómo nuestros antepasados conservaron primero y produjeron luego, el fuego. En definitiva, como lo domesticaron. Qué resistencias debieron vencer, de qué formas, y qué consecuencias podemos inferir que tuvo este acontecimiento.
Así, en las primeras jornadas, intentaremos reproducir el proceso de la
conservación y la producción del fuego, trabajando además con los barros primordiales y
la construcción de los primeros hornos. Luego el Oficio nos lleva al manejo de diversos
materiales en frío (mármol, resina, yeso, cemento, etc.) y los moldes adecuados.
La siguiente etapa está dedicada a trabajos con temperaturas cada vez mayores,
con cierto orden: alfarería y cerámica; metales como cobre, bronce y hierro. Y, por último,
los vidrios.
Está claro que el trabajo con diversas temperaturas implica el uso de moldes,
herramientas y hornos adecuados para cada etapa y material. Si bien no es la intención de este escrito describir experiencias u ocurrencias que
puedan entorpecer el proceso - sobre todo los registros de quienes deseen llevar
adelante este Oficio-, menciono ciertos trucos o apoyos que me resultaron útiles durante
el tiempo que llevo experimentando estos trabajos.
Primero y fundamental, no perder contacto con el fuego, ya sea a través de una
conservación, un raku, o un simple fuego sin aparente "utilización práctica". Esto lo
menciono debido a que hay momentos (sobre todo en la etapa de los materiales en frío)
donde no hay presencia de tantos fuegos. Aquí puede suponerse un aparente "desvío" del
oficio, pero no es así, por supuesto.
Entonces, durante esta y cualquiera de las etapas, es muy reconfortante e
inspirador descansar la vista y la conciencia sobre las llamas, sobre las sombras, sobre
los humos ...
Otro recurso, tal vez más difícil, es la de "suspender" los datos actuales, nuestro
mundo presente, e intentar vivenciar cómo fueron aquellos primeros tiempos, donde el
medio es inhóspito, todo era asombroso y desconocido ... ¿Qué era lo familiar y
reconocible? ¿Como fué el proceso de domesticación de nuestro medio?
Otro recurso: experimentar el fracaso. Aunque uno sepa de antemano que tal cosa
no funcionará, habría que hacerlo. Por ejemplo: sabemos que tal procedimiento en la
construcción de un horno, o exponer piezas de barro a temperaturas altas, no resultarán
felizmente ... ¿Felizmente de acuerdo a que parámetros?. Lo nuestro es investigativo y
experiencial. De todas formas, no se trata de arruinar todo lo que vayamos haciendo. Se
trata de no temer al fracaso. Se trata de ubicar donde están mis expectativas.
Otro: advertir que existen elementos que no manejamos, que no se nos "muestran"
perceptualmente, pero que influyen decididamente sobre nuestro hacer.
¿Qué es? ¿Dónde está? ¿Tiene que ver sólo conmigo o es algo "mayor"?. Es algo que
me "exige" disponerme de una manera no habitual.
Pueden existir otros recursos (que cada uno descubre y utiliza o no) que colaboren
en nuestro trabajo, ayudando a otorgar una dimensión más profunda y hasta mística de
todo esto. Recursos o apoyos que valen la pena incursionar, por que tal vez ... son los
mismos que acompañaron y ayudaron en nuestro proceso como seres humanos